En los últimos años, Lima enfrenta desafíos urgentes en el suministro de agua debido al estrés hídrico. La demanda supera los recursos disponibles, afectando la sostenibilidad, y generando pérdidas económicas al sector empresarial. Un estudio de Senamhi y Sunass predice una reducción del 25% en disponibilidad de cuencas entre 2036 y 2065 por causas del cambio climático. Asimismo, señala que Lima consume excesivos 175 litros de agua diarios por habitante, más del 150% de lo necesario. El estrés hídrico en Lima es atribuido al cambio climático, el rápido crecimiento poblacional y la insuficiente infraestructura.
Para abordar este problema, es importante adoptar soluciones basadas en la naturaleza y realizar inversiones considerables en el ámbito hídrico. El litoral peruano posee las condiciones adecuadas para la instalación de plantas desalinizadoras como una alternativa para las zonas menos atendidas por los servicios de agua potable. Actualmente el país cuenta con algunas plantas desalinizadoras de menor envergadura para el consumo humano, proyectos agrícolas y hasta para la actividad minera. Este es el caso de la Minera Milpo, propietaria de una planta de ósmosis inversa implementada en el 2007 en la playa Jahuai, provincia de Chincha, en la región Ica. Puede procesar 90 litros por segundo (l/s), a un costo de US$ 2.4/m3.
No obstante, la planta más grande del país es de propiedad de la mina de fosfatos Bayóvar (Piura) que normalmente produce 204.3 m3 /h de agua desalinizada. Paralelamente existen plantas desalinizadoras para fines agrícolas en el Valle de Virú, en Trujillo; en Lambayeque y en la zona de Majes (Arequipa). Esta tecnología ya tiene instalaciones concretas viabilizando proyectos agroexportadores con tecnologías de riego por goteo.
Y más recientemente, cuatro distritos de Lima Sur (Punta Hermosa, Punta Negra, San Bartolo y Santa María del Mar) son beneficiados con el proyecto de provisión de servicios de saneamiento, con el propósito de abastecer alrededor de 100 mil habitantes de la zona. En poco tiempo, algunos residentes de estos distritos pasaron de contar con un suministro de agua limitado a solo seis horas diarias, a disfrutar de un acceso continuo durante las 24 horas del día. Sin embargo, aún quedan zonas por beneficiar.
“Los poblados, la agricultura y del desarrollo del país necesitan acciones inmediatas y sostenibles ”

Si bien la tecnología de la desalinización puede requerir condiciones específicas para su aplicación, puede convertirse en una solución para abastecer regiones, que recientemente se declaren en emergencia hídrica, siempre y cuando se preserve el medio ambiente especialmente las zonas sensibles a la intervención humana.